La reforma de la Plaza de España: más comercio, un cruce diagonal y miles de metros cuadrados de zonas verdes

A menos de tres semanas de las próximas elecciones municipales del 26 de mayo, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, no ha renunciado a empezar las obras de uno de sus grandes proyectos: la reforma de la plaza de España. Los trabajos han comenzado este lunes y está previsto que terminen dentro de 21 meses, a finales de 2020, con Carmena como alcaldesa o no.

El actual proyecto de Plaza de España, redactado por los arquitectos Fernando Porras Isla-Fernández, Aranzazu La Casta Muñoa, y Lorenzo Fernández-Ordóñez Hernández, resultó ganador en febrero de 2017 del concurso internacional de ideas convocado por el Ayuntamiento tras ser elegido por la ciudadanía mediante un proceso de participación. La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por PACSA y Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) ha resultado adjudicataria por casi 62 millones de euros.

El proyecto se propone recuperar la plaza de España como lugar estancial, cívico y activo; reducir el tráfico rodado motorizado y el aumento de los espacios peatonales; incrementar la continuidad espacial entre la plaza y su entorno y conectar las áreas verdes del mismo, especialmente con la Plaza de Oriente, los Jardines de Sabatini, el Parque del Oeste y el templo de Debod así como con Madrid Río. Así quedará la plaza tras su remodelación:

Desde la semana pasada la plaza está vallada y el paso a los peatonales permanece cortado. La primera actuación que se verá será la de la adecuación del parking, según avanzó el pasado mes de febrero el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo. Este equipamiento es de los años 60 y se hace necesario la renovación de la cubierta.

También se acometerá una demolición completa de la actual galería de comercial (supondrá la desaparición de los locales asiáticos). En su lugar se construirá un espacio comercial más grande que sirva también para acceder al Metro y que contará con cinco nuevos locales de titularidad municipal.

Otras actuaciones previstas son la ampliación de aceras en el frente de la calle Princesa que enlaza con la Gran Vía, donde en la esquina está prevista la creación de un nuevo paso paso de peatones transversal que permitirá cruzar en todas las direcciones (siguiendo el modelo del ya construido en Shibuya, un barrio de Tokio), la peatonalización del lateral de la plaza donde se encuentra la Torre Madrid (ahora hay tres carriles para el coche).

Los trabajos permitirán multiplicar por tres la superficie actual de la plaza, conectándola hacia el este con Gran Vía manteniendo la ampliación de aceras; hacia el sur con el Palacio Real y los jardines de Sabatini; hacia el oeste con el parque del mismo nombre gracias a su unión con el Templo de Debod y hacia el norte con la calle Princesa, la Plaza de Cristino Martos y los jardines de la Condesa Pardo Bazán y el Palacio de Liria.

El proyecto contempla, además, hacer peatonal el paso elevado de Bailén para unirlo con los jardines de Sabatini y con el Parque del Oeste, la instalación de ascensores en la Cuesta de San Vicente para salvar el desnivel, la plantación de más de 1.500 árboles, modernos juegos infantiles y carriles bici que aseguren la continuidad con otros itinerarios ciclistas.

Del total de esta superficie, 59.970 metros cuadrados se pondrán al servicio de los peatones, muentras que 9.305 metros cuadrados se destinarán al tráfico. unos 1.675 metros cuadrados restantes serán carriles bici para los ciclistas urbanos.

Todo el proyecto estará adaptado para las personas de movilidad reducida y todos los desniveles actuales se salvarán mediante ascensores o escaleras mecánicas, cuando el terreno no permita rebajar la cota, y mediante rampas y pavimentos accesibles.

La remodelación del túnel de Bailén contempla una ampliación natural a través de la cual es posible mantener el viaducto elevado sin afectar a la estructura del mismo, según consta en la memoria del proyecto disponible en la web del Ayuntamiento de Madrid.

El Ayuntamiento habilitará una red wifi en la zona para posibilitar la conexión a internet, se recogerán y aprovecharán las aguas pluviales en un depósito bajo el viaducto, donde también se instalará una planta de acumulación y transferencia de residuos para el compostaje.

Se emplearán leds de bajo consumo para el sistema de alumbrado público de la futura plaza de España. Además de emplearán materiales de la ciudad, testados y de próducción próxima. Todo ello permitirá a la obra estar certificada por el Proyecto Leed del Green Building Council de España, una de las entidades que reconocen la sostenibilidad de las edificaciones.